20 CLAVES PARA RECONOCER A UN IMBÉCIL....

20 CLAVES PARA RECONOCER A UN IMBÉCIL (EN MEDICINA).
“Si no fueran tan temibles nos darían risa y si no fueran tan dañinos nos darían lástima”. J.M. Serrat.
Es imposible huir de ellos, nos rodean y se multiplican. Establecen las reglas del juego y nos obligan a jugarlo. Se confabulan entre ellos y modifican las normas y procedimientos de acuerdo a su antojo y medida. Si la moneda sale cara, ellos ganan, y si sale sello, nosotros perdemos. Tienen en el lugar del corazón, su propio ombligo. Sonríen como felices conejos, sólo porque son idiotas como lagartos.
Van 20 claves, pero es evidente que hay muchas más para reconocer a uno de estos que son bien conocidos e identificables. Estos crecen como hierba mala que se resiste a declinar, por lo tanto ustedes ya los conocen, y bien.
1. Este individuo, supone que su condición de médico lo habilita para opinar con impunidad de todo cuanto se le ponga por delante.
2. Considera que sus explicaciones respecto a los acontecimientos de la vida de las personas son: suficientes, únicas y verdaderas.
3. Convierte todo diagnóstico y su evolución, en un juicio moral, distribuye culpabilidades y aplica sanciones. Su proceder es cien por ciento policial y él se siente orgulloso, un gendarme de la “vida correcta”.
4. Piensa que los modos de existencia de las personas obedecen a decisiones racionales y voluntarias (si así fuera no existiría la Psiquiatría).
5. No instruye ni hace sugerencias, ¡da órdenes! Pone el grito en el cielo y acusa quienes no las cumplen, tal vez, por su debilidad de carácter o falta de iniciativa.
6. Se siente autorizado a dar consejos sobre la vida privada de las personas, especialmente cuando nadie se los pide. Sus temas favoritos son: las relaciones personales, la conducta sexual, los valores morales, incluso cuando es evidente que carece de la más mínima aptitud para hacerlo.
7. Este personaje cree que acumular información es garantía de “conocimiento” y que la mera suma de datos produce el “significado”.
8. No establece diferencias entre la epidemiología y la clínica, entre las poblaciones y los individuos.
9. Considera que las “probabilidades” son hechos inmutables, más inmutables que su pobreza de conocimientos de Estadística.
10. Establece que el ejercicio de la medicina consiste en la aplicación automática de un conjunto – bastante limitado – de algoritmos y secuencias de acción.
11. Reconoce la existencia del error, pero sólo en los demás.
12. Comprende el significado de la “idiopatía clínica”, pero jamás la ha sentido personalmente.
13. Tipifica a todas las emociones y sentimientos como síntomas y actúa en consecuencia.
14. Piensa que enseñar es exhibir lo que conoce como un tesoro al que sólo él tiene acceso.
15. Piensa que los más jóvenes son tan ignorantes que no pueden reconocer sus méritos, por lo que no se le acercan. Jamás se le ha ocurrido pensar que, precisamente porque reconocen sus atributos, es que huyen de él como de la peste.
16. Siempre encuentra escenarios donde exhibirse. Supone y - ¡está convencido de ello! – que los demás quieren saber de él y conocer el repertorio completo de sus conocimientos.
17. Cree que el reconocimiento no proviene de las personas sino de los “journals”.
18. Convierte todo lo que toca en instrumento para su promoción personal. Sus actos son mercancías y sus únicas recompensas “utilidades”.
19. Busca la fama, la exhibición y la popularidad, porque supone que los merece, sin tener ningún compromiso con la Ciencia y la Investigación. Ignora la solidaridad, la gratitud y la austeridad, porque no imagina para que sirven.
20. Circula satisfecho y feliz con su producto – que es él mismo – pero sólo porque su propia vulgaridad le impide advertir el bochornoso espectáculo que representa.
Los que saben dicen que no se debe escribir enojado, pero, eso es precisamente lo que estoy haciendo en este momento. Lo comprendo, pero eso no impide que lo haga……..he dicho!