Para esperar el último desorden: la epidemia de la inercia.
Para sobrevivir al AH1N1 pero comiendo “ferte” como la Mamalia.
Para saber que la sociedad es un canto y una poesía.
Para asistir al matrimonio del Camayo y su Gata oscura.
Para festejar el cambio de aros del Alberto Arévalo y la universitaria Chonta.
Para negarnos a reconocer el amor como un crimen.
Para verla fumar a la Lichi hasta el último mapacho de éste planeta.
Para encender la luz de las tormentas.
Para lograr la coherencia soñada.
Para enamorarla a tu cuñada.
Para no buscarse en la niebla de las horas.
Para rebuscarse entre un par de sábanas del PK2 de la Punchana.
Para que nos caigan las primeras maldiciones.
Para soñar y sólo eso, soñar con su pequeña amada.
Para ser aventureros del espíritu.
Para alinear al Gato y a su amor de los “expedientes secretos X”.
Para sostener la palabra esperanza.
Para chequear a ese par de jijunas de la Facultad.
Para cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles.
Iquitos, 16 Julio 2 009.
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